miércoles, 20 de abril de 2016

El desequilibrio dietético cuando donde la alimentación es monótona

Donde quiera que los hombres vivan, a orilla del mar o en el interior de los continentes, existe casi siempre la posibilidad de procurarse una comida adecuada, a condición de que los medios económicos no falten y de que se conozcan cuáles son y donde están las mejores fuentes de abastecimiento. La preocupación por las vitaminas o por los alimentos pocos corrientes ricos en proteínas de alta calidad o por la explotación, en gran parte descuidada de las algas y otras riquezas del océano, no debe hacernos olvidar que el equilibrio de un régimen alimenticio es algo que suele producirse automáticamente cuando el hombre tiene a su alcance una variedad suficiente de alimentos diversos por su composición y valor nutritivo. El abandono de una dieta rural equilibrada por uno de esos regímenes alimenticios típicamente urbanos, cuya cualidad dominante no es precisamente el equilibrio, ha contribuido a suscitar y agravar muchos problemas de nutrición. Ciertas situaciones difíciles se han visto más complicadas todavía por los tabúes contra determinados alimentos, como el pollo o los huevos, que son fuente proteínicas de gran valor. Salvo rara excepciones en los países prósperos e industrializados, los ejemplos más impresionantes de desequilibrio dietético ocurren en aquellos lugares donde la alimentación es monótona y los productos de consumo corriente son pobres en elementos esenciales, como las vitaminas y las proteínas. Tal es el caso, en particular, de las poblaciones cuya alimentación de base son las raíces (zanahoria, nabos, etc.), cuyo contenido proteínico raras veces pasa el 2 por ciento. Además la ignorancia puede contribuir a que los errores sean aún más graves: buena parte de los recursos limitados de un presupuesto familiar se invierte a veces en la adquisición de alimentos y bebidas excesivamente elaborados, con perjuicio de otros más baratos y más nutritivos.

El equilibrio dietético se consiguen cuando se satisfacen las siguiente necesidades


Las proteínas han de proporcionar el 12-14 por ciento de la ingestión diaria de calorías, los lípidos del 20 al 30 por ciento y los hidratos de carbono el 60 por ciento. Las necesidades proteínicas de los niños en crecimiento son mayores que la de adultos. Convendrá por lo tanto que el 15-20 por ciento de su ingestión calórico diaria sea de origen proteínico.  Un adulto necesita por término medio 3000 calorías diarias, cantidad que naturalmente puede variar según el clima, el tipo de trabajo y la naturaleza de cada individuo. En un régimen alimenticio de un día, responde a estas necesidades: Desayuno: café con leche y dos o tres tostadas con mantequilla y mermelada. Almuerzo: ensalada, 100 gramos de carne, puré de papas, fruta. Cena: sopa de legumbres o verduras, dos huevos, 100 gramos de pan, un yogurt. Entre las vitaminas hidrosolubles se hallan la A, D2, D3, E, K4 y entre las liposolubles, están la B1, B2, B5, H, B12 y Colina.Las principales vitaminas necesarias para el hombre se hallan en las frutas, verduras, huevos, aceites vegetales y animales, en los cereales, en la carne, hígado, riñones, queso, pescado, leche, frutos secos y soya.

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